El viceministro de Energía, Daniel González, subrayó que el éxito sostenible de las exportaciones de gas natural a Brasil dependerá fundamentalmente de una demanda firme, estructurada y continua durante todo el año. Según explicó el funcionario, un esquema verdaderamente sostenible para el sector requeriría compromisos de consumo por volúmenes entre 10 y 15 millones de metros cúbicos diarios de forma permanente, condición necesaria para justificar las inversiones en infraestructura que transformarían las actuales exportaciones interrumpibles en un negocio estructural.
González destacó que alcanzar ese umbral crítico de demanda habilitaría el desarrollo de proyectos estratégicos de infraestructura, como la construcción de un nuevo gasoducto internacional o una expansión significativa del sistema existente, incluyendo la reversión del Gasoducto del Norte. Esta ampliación de capacidad no solo permitiría sustituir importaciones desde Bolivia y el Norte Argentino, sino también ampliar considerablemente la oferta disponible para generación térmica.
El desarrollo de esta infraestructura representa un paso fundamental hacia una integración energética regional más sólida y estratégica, posicionando a Argentina como un proveedor confiable de gas natural en el contexto sudamericano. La transformación de las exportaciones ocasionales en un flujo comercial permanente requiere tanto inversiones en capacidad productiva como el desarrollo de redes de transporte que garanticen el abastecimiento continuo, generando un círculo virtuoso de crecimiento para el sector energético nacional.