El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un incremento del 2,8% en julio, acelerando respecto del desempeño del mes anterior. Este aumento refleja presiones inflacionarias que podrían trasladarse al nivel minorista en los próximos meses, afectando el poder adquisitivo de los consumidores argentinos.
Los productos nacionales aumentaron 2,6% mientras que los importados registraron un alza significativa del 5,7%, evidenciando el impacto de factores externos en la estructura de costos local. Entre los sectores que más incidieron en el incremento se destacaron los productos agropecuarios, químicos y refinados del petróleo. También se observaron aumentos relevantes en el sector automotriz, específicamente en autos y repuestos, así como en el rubro de alimentos y bebidas.
Los demás indicadores mayoristas acompañaron la tendencia alcista registrada por el IPIM. El Índice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB) subió 3%, mientras que el Índice de Precios de Productos Primarios (IPP) también registró un incremento del 3%. Esta convergencia en los indicadores mayoristas sugiere presiones generalizadas que podrían materializarse en el consumo minorista durante los próximos meses, representando un desafío para la política antiinflacionaria.