El saldo comercial argentino correspondiente al mes de abril se ubicó en USD 204 millones, mostrando una significativa reducción respecto a las proyecciones del mercado que anticipaban un resultado cercano a los USD 950 millones. Este desempeño representa una disminución aún más pronunciada en comparación con el mismo período del año anterior, cuando el superávit alcanzó los USD 1.807 millones, evidenciando un deterioro considerable en la balanza comercial del país.
Las exportaciones registraron un modesto crecimiento del +2,3% interanual, totalizando USD 6.664 millones, mientras que las importaciones experimentaron un notable incremento del +37,3%, alcanzando los USD 6.460 millones. Este aumento en las compras externas estuvo impulsado principalmente por un sustancial crecimiento en términos de volumen (+41,9%), reflejando una fuerte reactivación de la demanda de productos del exterior. Particularmente destacable fue la contracción en las manufacturas de origen agropecuario (-0,4%), contrastando con el marcado dinamismo en las adquisiciones de bienes de capital (+73,4%), bienes de consumo (+77,7%) y automóviles (+204,5%).
El mantenimiento del resultado positivo en la balanza comercial se debió fundamentalmente al aporte del sector energético, que contribuyó con un superávit de USD 573 millones. En el acumulado del año, el saldo comercial suma USD 1.265 millones, cifra que representa una contracción del 80% respecto al mismo período de 2024. Esta tendencia refleja los desafíos que enfrenta la economía argentina para sostener un equilibrio en sus cuentas externas en un contexto de reactivación de las importaciones y moderado crecimiento exportador.