Aerolíneas Argentinas cerró 2024 con un hito histórico al registrar su primera utilidad neta desde la reestatización de 2008, alcanzando $271.000 millones y un EBIT de USD 56,6 millones, sin requerir aportes del Tesoro Nacional. Este resultado contrasta dramáticamente con el ejercicio 2023, cuando la compañía había reportado pérdidas por $385.000 millones y un EBIT negativo de USD 390 millones.
Los resultados financieros, auditados favorablemente por KPMG y aprobados por la Asamblea de Accionistas, muestran una mejora superior al 170% en el resultado neto interanual. El EBIT experimentó una recuperación del 114%, pasando de cifras negativas a territorio positivo. Esta transformación financiera se atribuye a un exhaustivo plan de reducción de costos que incluyó un recorte del 15% en la plantilla de personal.
La estrategia de reestructuración implementada por la aerolínea incluyó la centralización de tareas operativas, reducción significativa en gastos administrativos y una agresiva renegociación de contratos con proveedores. Este enfoque integral de optimización de costos permitió a la empresa estatal alcanzar la sostenibilidad financiera sin depender de subsidios gubernamentales, marcando un precedente importante para otras empresas públicas en el país.