El Fondo Monetario Internacional ajustó al alza sus estimaciones de crecimiento global para 2025 y 2026, proyectando 3% y 3,1% respectivamente. La mejora responde a una aceleración de compras antes del nuevo esquema arancelario que Estados Unidos implementará en agosto y a una baja temporal de su tasa arancelaria efectiva. Sin embargo, el crecimiento proyectado sigue por debajo de los niveles prepandemia y de estimaciones previas.
El organismo alerta sobre riesgos relevantes como un posible rebrote proteccionista, mayor presión fiscal en economías clave y tensiones geopolíticas. Según el informe, la inflación global continuará desacelerándose, aunque en Estados Unidos se mantendrá por encima de la meta debido al impacto de los aranceles en los precios al consumidor. La economía estadounidense recibiría un impulso por nuevas rebajas impositivas y aumento del gasto, con una proyección de crecimiento de 1,9% para 2025 y 2% para 2026.
China también fue revisada al alza en 0,8 puntos por la recuperación de su actividad y un clima más estable con Estados Unidos. Para la zona euro, se prevé una expansión modesta del 1% el próximo año. Aunque el comercio global se ajustó al alza, el FMI advierte que gran parte de ese dinamismo proviene de distorsiones comerciales más que de una demanda sólida, y que los aranceles seguirán siendo un freno estructural a mediano plazo.