La última encuesta a economistas realizada por el Banco Central de Brasil muestra que las expectativas de inflación se mantienen estables para el país vecino. Según el sondeo, para 2025 se proyecta una suba de precios del 5,65% interanual, mientras que para los años siguientes se anticipa una moderación progresiva: 4,50% en 2026, 4% en 2027 y 3,79% en 2028.
En el frente fiscal, las proyecciones también apuntan a una mejora paulatina de las cuentas públicas brasileñas. De acuerdo con los especialistas consultados, el déficit financiero pasaría de representar el 9% del PBI en 2025 a reducirse gradualmente hasta alcanzar el 6,5% en 2028, reflejando una trayectoria de consolidación fiscal que, aunque lenta, muestra una tendencia positiva.
Estas proyecciones son relevantes para los mercados emergentes en general y para la economía regional en particular, dado el peso específico de Brasil como principal socio comercial de Argentina y mayor economía de Latinoamérica. La evolución de estas variables macroeconómicas tendrá impacto directo en los flujos comerciales y financieros entre ambos países, así como en las decisiones de inversión de capitales internacionales en la región.