El Gobierno nacional ha anunciado la prórroga hasta marzo de 2026 de la rebaja en los derechos de exportación para el trigo y la cebada, manteniendo el alivio fiscal para estos cultivos estratégicos de la cosecha fina. Esta medida, sin embargo, excluye específicamente a los principales productos de la cosecha gruesa (soja, maíz, girasol y sorgo), que volverán a tributar con la alícuota plena a partir del próximo 1° de julio, según informaron fuentes oficiales.
El ministro Caputo señaló que la restauración de las alícuotas completas para los cultivos de la cosecha gruesa impactará sobre exportaciones por USD 4.000 millones anuales, representando un importante incremento en la recaudación fiscal. Desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) manifestaron su respaldo a la extensión del beneficio para la cosecha fina, aunque plantearon la necesidad de ampliar esta política a cultivos considerados estratégicos como la soja, principal producto de exportación del país.
En paralelo, el Poder Ejecutivo dispuso una reducción en los aranceles de importación para 27 categorías de bienes de capital, ajustándolos al 12,6% correspondiente al arancel externo común del Mercosur. La medida abarca maquinaria destinada a diversas industrias, incluyendo los sectores metalúrgico, alimenticio y petrolero, entre otros. Esta decisión se suma a la reciente eliminación del CIBU (Contribución para la Importación de Bienes de Uso) implementada en abril. Como consecuencia de estas políticas, las importaciones de bienes de capital ya registraron un significativo crecimiento del 73,4% interanual, incluyendo un notable incremento en las compras desde Uruguay de maquinaria agrícola usada. No obstante, el sector metalúrgico local continúa operando con una baja utilización de capacidad instalada (46,9%) y presenta indicadores de recuperación heterogéneos.