La inflación de marzo alcanzó el 3,7%, significativamente por encima del 2,4% registrado en febrero y superando también el 2,6% que anticipaba el consenso del mercado, lo que representa un freno en la desaceleración inflacionaria observada en los meses previos.
El primer trimestre del año cierra con una inflación acumulada del 8,5%, mientras que la medición interanual se ubica en un elevado 55%. Entre los rubros que más presionaron al alza se destacan educación con un aumento del 19%, impulsado principalmente por los ajustes estacionales en matrículas y cuotas escolares. Le siguen en importancia alimentos y bebidas con un 5,9% y vestimenta con 4,6%, dos categorías de gran peso en la canasta básica que impactan directamente en el poder adquisitivo de los hogares.
Este dato inflacionario se produce en un momento complejo para la política económica, ya que el gobierno se encuentra en pleno proceso de ajuste fiscal y preparando cambios significativos en el esquema cambiario. Si bien las autoridades económicas mantienen su objetivo de seguir reduciendo la inflación en los próximos meses, este repunte genera interrogantes sobre la velocidad a la que podrán consolidarse los resultados del programa económico implementado.