El presidente Donald Trump centró la atención en su próxima reunión con Xi Jinping, líder de China, prevista para la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se celebrará en Corea del Sur. El encuentro bilateral adquiere especial relevancia en un contexto de tensiones comerciales persistentes entre las dos mayores economías del mundo.
Trump delineó dos temas prioritarios para la agenda: el combate al tráfico de fentanilo proveniente de China hacia Estados Unidos, una crisis de salud pública que ha generado cientos de miles de muertes por sobredosis, y la reanudación de las compras chinas de soja estadounidense, suspendidas desde el llamado «Liberation Day». Las exportaciones agrícolas representan un sector estratégico para estados clave del Medio Oeste estadounidense, región con peso electoral significativo.
El mandatario estadounidense también mencionó que espera que Xi aborde la cuestión de Taiwán, aunque evitó confirmar si anticipa concesiones comerciales a cambio de una posición más flexible respecto a la isla. Esta ambigüedad refleja la complejidad de las negociaciones bilaterales, donde se entrelazan consideraciones comerciales, de seguridad nacional y geopolíticas. El resultado de este encuentro podría tener implicaciones significativas para los mercados globales, especialmente en sectores dependientes del comercio entre ambas potencias.

