El presidente Donald Trump advirtió que podría restringir las importaciones de aceite de cocina desde China como represalia por la falta de compras de soja estadounidense, reavivando las tensiones entre las dos mayores economías del mundo.
La medida, de concretarse, afectaría directamente la cadena agroindustrial global y los flujos comerciales de commodities agrícolas, generando preocupación entre exportadores de soja y aceites vegetales, especialmente en América Latina.
El nuevo episodio de fricción comercial refuerza el escenario de proteccionismo y volatilidad en los mercados internacionales, en un contexto donde China mantiene políticas de sustitución de importaciones y EE.UU. busca proteger su sector agrícola ante la desaceleración global.

