Los datos de PMI mostraron una leve desaceleración en la actividad económica estadounidense durante septiembre, con el índice general ubicándose en 53,6, por debajo del 54 esperado por el mercado y del 54,6 registrado en agosto. Pese a esta moderación, el indicador se mantiene dentro del terreno expansivo, por encima del umbral de 50 que separa la expansión de la contracción económica.
El PMI de servicios alcanzó 53,9, levemente inferior a las proyecciones de 54 y al registro anterior de 54,5, señalando una ralentización en el sector que representa la mayor porción de la economía estadounidense. Por su parte, el PMI industrial marcó 52, por debajo de las proyecciones de 52,2 y del dato previo de 53, confirmando que tanto el sector manufacturero como el de servicios experimentan una moderación en su ritmo de crecimiento.
Esta desaceleración en los indicadores de actividad económica se produce en un contexto donde la Reserva Federal evalúa cuidadosamente la evolución de la economía para determinar futuros movimientos en la política monetaria. Los datos refuerzan la percepción de que la economía estadounidense, aunque sigue en expansión, muestra señales de normalización tras el período de crecimiento acelerado de los últimos trimestres.