S&P Global ratificó la calificación «AA+» de Estados Unidos manteniendo un outlook estable, a pesar del deterioro observado en las cuentas fiscales del país. La agencia calificadora sostuvo que los ingresos arancelarios compensarían el costo fiscal de la reciente legislación «One Big Beautiful Bill Act», que combinó recortes impositivos con aumentos de gasto público.
Los ingresos por aranceles alcanzaron USD 21.000 millones en julio, aunque el déficit mensual creció casi 20% hasta USD 291.000 millones. Este incremento refleja el impacto de las nuevas políticas fiscales implementadas por la administración Trump, que han resultado en un aumento significativo del gasto público. Los pagos de intereses de la deuda alcanzaron USD 1,013 billones en los primeros diez meses del ejercicio, representando un incremento interanual del 6%.
S&P proyecta que el déficit promediará 6% del PBI entre 2025-2028, una mejora respecto al 7,5% estimado para 2024 y al 9,8% observado en el período 2020-2023. Sin embargo, la agencia advirtió que podría recortar la calificación en dos a tres años si los desequilibrios fiscales se amplían o surgen riesgos institucionales. La decisión contrasta con la baja aplicada por Moody’s en mayo, mientras que la deuda nacional ya supera los USD 37 billones en un contexto de tensiones comerciales globales impulsadas por las políticas comerciales estadounidenses.