YPF reportó ganancias netas por US$58 millones, revirtiendo la pérdida del trimestre anterior, aunque registrando una caída del 89% comparado con el mismo período de 2024. Los ingresos se mantuvieron en US$4.600 millones (-6% interanual), mientras que el EBITDA alcanzó US$1.124 millones (-10% trimestral, -7% anual).
El flujo de caja libre resultó negativo en US$355 millones, afectado por un impacto de US$315 millones en el segmento convencional. La deuda neta alcanzó US$8.800 millones, con un apalancamiento de 1,9x. La producción total fue de 545.700 boe/d (-1,2% trimestral, +1,2% anual), con el shale oil aportando 145.000 bbl/d, representando el 59% del crudo total, y registrando un récord de 165.000 bbl/d en julio.
En términos de inversiones, el Capex fue de US$1.160 millones (-5% trimestral), destinándose un 71% al segmento no convencional. El proyecto VMOS, financiado con un préstamo sindicado de US$2.000 millones, registra un avance del 23% y prevé alcanzar 250.000 bbl/d en 2026. Entre los acuerdos estratégicos destacan la compra a TotalEnergies por US$500 millones y avances en proyectos de GNL con ENI (12 Mt/a) y Shell.