China publicará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio, donde se espera que la variación mensual pase de -0,1% a +0,3%, marcando un cambio en la tendencia deflacionaria que ha caracterizado a la economía china en los últimos meses. Sin embargo, la tasa interanual se proyecta que baje de +0,1% a -0,1%.
Esta evolución de los precios en China es crucial para entender la dinámica económica de la segunda economía mundial y su impacto en los mercados globales. La expectativa de recuperación mensual podría señalar una estabilización en la demanda interna, aunque la persistencia de presiones deflacionarias interanuales mantiene preocupaciones sobre el crecimiento económico.
Los datos económicos chinos tienen implicancias directas para los mercados de materias primas y las economías emergentes, especialmente aquellas con fuertes vínculos comerciales con China. La evolución de la inflación china será monitoreada de cerca por los inversores globales como indicador de la salud de la economía asiática y su capacidad de recuperación tras los desafíos recientes.