Los principales índices bursátiles estadounidenses experimentaron una semana de marcado retroceso, con el S&P 500 acumulando una caída del 2.6% en las últimas cinco sesiones. El Nasdaq y el Dow Jones cedieron cada uno un 2.4%, reflejando la creciente inquietud de los inversores por las recientes declaraciones sobre política comercial y la sostenibilidad de las finanzas públicas estadounidenses.
La presión sobre los activos de renta variable se intensificó tras las controvertidas declaraciones del expresidente Donald Trump sobre aranceles. A través de sus redes sociales, Trump advirtió que Apple enfrentaría un gravamen de al menos 25% si no relocaliza la producción de sus iPhones comercializados en Estados Unidos. Posteriormente, elevó la apuesta sugiriendo una tarifa del 50% sobre las importaciones de la Unión Europea a partir del 1 de junio, citando un aparente estancamiento en las negociaciones comerciales.
El clima de incertidumbre se vio agravado por la aprobación en la Cámara de Representantes de un paquete fiscal republicano por 215 votos a favor y 214 en contra. El plan busca consolidar permanentemente las reducciones impositivas de 2017, lo que ha encendido las alarmas entre los inversores por su impacto en las finanzas públicas. Como resultado, el bono del Tesoro a 20 años se disparó a 5.1%, su nivel más alto desde octubre de 2023.