Los principales índices bursátiles estadounidenses cerraron en territorio negativo durante la jornada del martes, con el S&P 500 interrumpiendo una notable racha de seis sesiones consecutivas en alza al registrar un retroceso del 0,3%. En línea con esta tendencia, el Nasdaq Composite experimentó una caída del 0,4%, mientras que el tradicional Dow Jones Industrial Average cedió un 0,2%. El análisis sectorial muestra que los segmentos tecnológico e inmobiliario lideraron las pérdidas, mientras que los sectores de consumo discrecional y servicios públicos exhibieron un comportamiento relativamente más sólido en un contexto general de toma de ganancias.
Las acciones de las empresas tecnológicas de gran capitalización mostraron un desempeño mixto durante la sesión: Apple (-1,5%), Nvidia (-1,5%) y Meta (-1%) cerraron con bajas significativas, impactando negativamente en los índices de referencia dado su elevado peso en la composición de los mismos. Como contrapunto destacado, Tesla logró avanzar un 2,2% tras el compromiso explícito de Elon Musk de continuar al frente de la compañía por al menos cinco años adicionales, noticia que fue recibida positivamente por los inversores preocupados por la distribución del tiempo del polémico empresario entre sus múltiples emprendimientos.
En el mercado de renta fija, las tasas de los bonos del Tesoro estadounidense se mantuvieron relativamente estables, con el rendimiento del bono a diez años (UST10Y) operando en torno al 4,48%, mientras que la tasa del título a dos años (UST2Y) retrocedió levemente, cediendo 2 puntos básicos hasta situarse en el 3,96%. Funcionarios de la Reserva Federal de Nueva York y Atlanta reiteraron en sus recientes declaraciones que no se vislumbran recortes de tasas en el horizonte inmediato, manteniendo una postura de cautela ante los persistentes riesgos inflacionarios. A pesar de estas señales, el mercado continúa anticipando dos disminuciones de 25 puntos básicos hacia finales de año, posiblemente en los meses de septiembre y diciembre. Como consecuencia de este escenario, los bonos clasificados como Investment Grade experimentaron una contracción del 0,2%, mientras que los títulos High Yield y de mercados emergentes retrocedieron un 0,1%.