Los principales índices de Wall Street finalizaron la jornada con ganancias. El Nasdaq lideró la suba con un avance del 0,9%, seguido por el S&P 500 con 0,6% y el Dow Jones con 0,3%. El sector energético se destacó favorecido por el incremento en el precio del petróleo, con Exxon Mobil subiendo 1,4% y Chevron avanzando 1,1%. Por su parte, Honeywell escaló 7,1% tras presentar ventas trimestrales superiores a las expectativas del mercado. El día se caracterizó por un movimiento generalizado alcista en la mayoría de los sectores, con especial fortaleza en las empresas vinculadas a energía y tecnología.
Tesla logró recuperar terreno y cerró con una ganancia de 1,9%, a pesar de haber reportado beneficios por debajo de las previsiones y una contracción superior al 25% en sus utilidades, aunque con ventas récord de vehículos. El mercado interpretó positivamente el volumen de ventas alcanzado por la compañía, lo que compensó parcialmente las preocupaciones sobre la rentabilidad. Este comportamiento refleja las expectativas de los inversores sobre el potencial de crecimiento futuro de la empresa en el segmento de vehículos eléctricos.
Los rendimientos de los Treasuries avanzaron a lo largo de toda la curva de tasas. La tasa a 10 años subió 5 puntos básicos hasta 4,00%, mientras que la de 2 años también lo hizo en 5 pbs, ubicándose en 3,49%. De este modo, el spread entre ambos plazos cerró en 51 puntos básicos, reflejando las expectativas del mercado sobre la trayectoria futura de la política monetaria. Hoy se conocerá el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre, para el cual se espera una variación mensual de 0,3%, similar a la de agosto. La publicación fue postergada la semana pasada debido al shutdown del gobierno estadounidense.
El petróleo extendió las ganancias de la sesión previa, con el WTI escalando 5,4% hasta US$61,6 por barril, y el Brent acompañando con un alza de 5,1%, alcanzando US$65,8 por barril. Este significativo incremento en los precios energéticos se produce en un contexto de tensiones geopolíticas y ajustes en la oferta global, impactando positivamente en las acciones del sector energético estadounidense y contribuyendo al desempeño general de los mercados.

