El expresidente Donald Trump ha intensificado su presión sobre los legisladores republicanos para que respalden un ambicioso proyecto de recorte de impuestos, iniciativa que enfrenta resistencia dentro de su propio partido. La propuesta fiscal contempla significativas restricciones al programa Medicaid y podría incrementar la deuda pública estadounidense entre 3 y 5 billones de dólares según estimaciones preliminares, generando preocupación entre los congresistas más fiscalmente conservadores.
El controvertido plan prevé la exclusión de 8,6 millones de beneficiarios del programa Medicaid a partir del año 2029, una medida que ha encontrado oposición en sectores moderados del Partido Republicano, quienes buscan frenar estos recortes debido a su posible impacto electoral negativo en distritos clave. Frente a estas críticas, Trump ha defendido su propuesta asegurando que la reforma está diseñada para eliminar «despilfarro, fraude y abuso» en el sistema de salud pública, sin afectar la cobertura esencial para quienes realmente la necesitan.
La iniciativa se enmarca en un debate más amplio sobre la sostenibilidad fiscal de Estados Unidos y refleja la tensión entre los objetivos de estimular la economía mediante rebajas impositivas y controlar el creciente déficit presupuestario. El respaldo de Trump a este plan evidencia su intención de mantener una agenda económica centrada en recortes tributarios, pero la resistencia interna sugiere desafíos para alcanzar el consenso necesario en el Congreso. Los próximos días serán cruciales para determinar si los republicanos logran unificar posiciones en torno a esta propuesta o si prevalecerán las diferencias sobre el alcance y financiamiento de la reforma.