Donald Trump anunció un nuevo pacto comercial con Corea del Sur que establece un arancel del 15% sobre las exportaciones coreanas hacia Estados Unidos, reduciendo significativamente el 25% inicialmente previsto. A cambio de esta concesión arancelaria, Corea del Sur se compromete a invertir USD 350.000 millones en sectores estratégicos de la economía estadounidense.
El acuerdo contempla una inversión de USD 150.000 millones específicamente destinada a construcción naval y compras de gas natural licuado, sectores prioritarios para la administración Trump. Adicionalmente, Estados Unidos reducirá los aranceles aplicados a automóviles coreanos, mientras que Corea eliminará barreras comerciales a productos agrícolas e industriales estadounidenses, facilitando el intercambio bilateral.
El anuncio se produce en la antesala de la implementación de mayores aranceles para otras economías a partir del 1 de agosto, evidenciando la estrategia de acuerdos bilaterales selectivos con foco tecnológico. En este contexto, empresas como Samsung y LG ya firmaron contratos con Tesla por más de USD 20.000 millones, consolidando la cooperación tecnológica entre ambos países y fortaleciendo las cadenas de suministro en sectores de alta tecnología.