Tesla ha dado a conocer resultados financieros para el primer trimestre que reflejan importantes desafíos operativos, con una caída del 71% en su utilidad neta y un descenso en su margen bruto automotriz al 12,5% desde el 13,6% registrado en el trimestre anterior, aunque superando levemente las expectativas del mercado que anticipaban un 11,8%. Los ingresos se situaron en USD 19.340 millones, quedando significativamente por debajo de las estimaciones de USD 21.110 millones, en lo que representa el peor desempeño trimestral desde 2021 para el fabricante de vehículos eléctricos.
La compañía dirigida por Elon Musk enfrenta un panorama complicado en cuanto a volumen de entregas, que disminuyeron un 13% interanual durante el primer trimestre. Las perspectivas tampoco son alentadoras, ya que los análisis de mercado prevén una segunda caída anual consecutiva en las entregas para 2025, a pesar de los esfuerzos implementados para impulsar las ventas mediante incentivos como la carga gratuita y las funciones de conducción autónoma completa.
Durante la conferencia de resultados, Musk anunció que reducirá significativamente su involucramiento con la administración Trump a partir del próximo mes para enfocarse más en la gestión de sus empresas. «El arduo trabajo necesario para formar el equipo de DOGE y trabajar con el gobierno para sanear las finanzas está prácticamente hecho», declaró el empresario. Esta noticia, combinada con el tono moderado adoptado por Trump hacia China, ha sido bien recibida por los mercados, provocando un repunte en las acciones durante la sesión de pre-market.