Tesla reportó una caída de ingresos trimestrales del 12% interanual, arrastrada por una baja del 13,5% en entregas globales, una caída del 51% en ventas de créditos regulatorios y la eliminación del crédito fiscal para vehículos eléctricos en EE.UU. La facturación alcanzó USD 22.500 millones.
La ganancia ajustada por acción fue de USD 0,40, por debajo de lo esperado por el mercado. La empresa evitó actualizar su guía anual de entregas debido a la incertidumbre macroeconómica y a demoras en la producción del nuevo modelo económico, generando cautela entre los inversores.
Sin embargo, el margen bruto automotriz sin créditos fue mejor al esperado (14,96%) gracias a menores costos operativos. Elon Musk reconoció que se esperan trimestres desafiantes, pero reiteró que el crecimiento se acelerará en la segunda mitad de 2025 gracias al desarrollo de vehículos autónomos y el lanzamiento del servicio de robotaxis, que ya está en fase de prueba en Austin.