La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) alertó que el gobierno de Estados Unidos podría enfrentar un riesgo de impago a partir de agosto o septiembre si no se aumenta el techo de la deuda pública. Actualmente, la deuda asciende a 36.6 billones de dólares, y el gobierno necesita la aprobación del Congreso para seguir financiando su déficit fiscal.
Este posible estancamiento político genera preocupación entre los inversionistas, ya que podría afectar los rendimientos de los Treasury Bills y generar inestabilidad en los mercados financieros globales. Los economistas advierten que, si no se llega a un acuerdo pronto, Estados Unidos podría enfrentar una crisis fiscal con impacto en la calificación crediticia del país.