La Reserva Federal de Estados Unidos decidió este mayo de 2025 mantener su tasa de fondos federales en el rango de 4,25% a 4,50% por tercera reunión consecutiva, en línea con las expectativas del mercado. La decisión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) refleja una postura de cautela ante un panorama económico cada vez más complejo, marcado por la incertidumbre generada por las recientes políticas comerciales de la administración Trump.
En su comunicado posterior a la reunión, el presidente de la Fed, Jerome Powell, destacó que es «demasiado temprano para determinar» si la inflación o el desempleo se convertirá en el principal desafío para la economía estadounidense en los próximos meses. Powell señaló específicamente la preocupación por posibles efectos inflacionarios derivados de los nuevos aranceles comerciales implementados por la administración Trump, que podrían presionar al alza los precios de bienes importados. Ante este escenario, la Reserva Federal adoptó una estrategia de espera, indicando que necesitará analizar nuevos datos económicos antes de realizar ajustes adicionales a su política monetaria.
A pesar de estas inquietudes, Powell ofreció una visión relativamente optimista sobre el estado actual de la economía, afirmando que «continúa creciendo a un buen ritmo», lo que sugiere que no hay señales inmediatas de una desaceleración significativa. Esta postura equilibrada refleja el dilema que enfrenta la Fed en el actual contexto político y económico: por un lado, debe estar preparada para combatir presiones inflacionarias que podrían surgir de las políticas comerciales y fiscales; por otro, debe evitar frenar excesivamente el crecimiento económico con una política monetaria demasiado restrictiva.