La Reserva Federal decidió mantener la tasa de referencia dentro del rango de 4,25% a 4,50% durante su reunión de junio, consolidando una estrategia de espera pese a las crecientes presiones del presidente Donald Trump para reducir el costo del financiamiento. Esta decisión se produce en un entorno caracterizado por elevada incertidumbre, especialmente derivada de la política comercial estadounidense.
El mercado anticipa que el organismo implementará dos recortes de tasas antes de fin de año, mientras que la Fed publicó una actualización de sus proyecciones macroeconómicas con ajustes significativos. La estimación de crecimiento del PBI para 2025 se ajustó a la baja, pasando del 1,7% al 1,4%, al tiempo que se prevé un mercado laboral más debilitado con una tasa de desempleo proyectada del 4,5% frente al 4,4% anterior.
Además, la Fed anticipa una mayor presión inflacionaria, con un índice de precios PCE estimado en 3%, por encima del 2,7% proyectado previamente. La semana estará marcada por la expectativa sobre el discurso de Jerome Powell ante el Congreso, junto con datos económicos clave como la tercera revisión del PBI del primer trimestre y el gasto en consumo personal (PCE) de mayo.