La renta fija en pesos experimentó retrocesos generalizados, con la curva a tasa fija cayendo 0,3% y mostrando mayor presión en el tramo largo. Esta dinámica refleja cambios en las expectativas de los inversores respecto a la evolución de las tasas de interés y la política monetaria doméstica.
Los bonos duales registraron bajas del 1,2% mientras que los bonos CER cayeron en promedio 0,2%, con las mayores presiones concentradas en los tramos largos que perdieron 0,4%. Esta diferenciación por plazos sugiere un aplanamiento de la curva de rendimientos y cambios en las expectativas inflacionarias de largo plazo.
En contraposición a esta tendencia, los bonos dollar-linked subieron 1,8%, acompañando la suba de los tipos de cambio paralelos. Esta divergencia evidencia la búsqueda de cobertura cambiaria por parte de los inversores locales, quienes privilegian instrumentos que ofrecen protección ante potenciales movimientos del tipo de cambio.