El rendimiento del bono a 10 años de Estados Unidos trepó a 4,55%, mientras que el bono a 30 años superó la barrera psicológica del 5%, alcanzando niveles máximos no vistos desde febrero y octubre de 2023 respectivamente. Estos significativos movimientos en el mercado de renta fija reflejan la creciente inquietud entre los inversores.
La rebaja crediticia de Moody’s y la aprobación legislativa del ambicioso plan de recortes fiscales propuesto por el presidente Trump, sin fuentes de financiamiento claramente identificadas, han intensificado las preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal del país norteamericano. A pesar de estas señales de alerta, la administración sostiene que los recortes impositivos impulsarán el crecimiento económico y, consecuentemente, los ingresos fiscales.
En cuanto a la política monetaria, el mercado mantiene su expectativa de dos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal durante 2022, programados tentativamente para los meses de septiembre y diciembre. Sin embargo, el deterioro de las condiciones fiscales podría influir en las decisiones futuras del banco central estadounidense.