Los precios de las importaciones estadounidenses experimentaron una caída inesperada del 0,1% en marzo, marcando la primera disminución desde septiembre, tras un aumento revisado a la baja del 0,2% en febrero, según datos proporcionados por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo. Esta reducción fue impulsada principalmente por la disminución de los costos de productos energéticos, un factor clave en la cadena de precios de la economía norteamericana.
En términos interanuales, los precios de importación avanzaron un 0,9% hasta marzo, mostrando una notable desaceleración frente al incremento del 1,6% registrado el mes anterior. Estos datos han consolidado las expectativas de los economistas respecto al índice de precios del Gasto de Consumo Personal (PCE), excluyendo alimentos y energía, proyectando un aumento de apenas 0,1% en marzo, considerablemente menor al 0,4% observado en febrero. De confirmarse esta tendencia, podría ralentizar el incremento anual de la inflación subyacente del PCE al 2,6%, descendiendo desde el 2,8% de febrero.
Los mercados financieros anticipan que la Reserva Federal podría reanudar la reducción de las tasas de interés en junio, tras la pausa implementada en enero, con proyecciones que señalan una posible reducción de su tasa de interés de referencia en 100 puntos básicos durante el presente año. Esta perspectiva adquiere especial relevancia en vísperas de las declaraciones programadas del presidente de la Fed, Jerome Powell, cuyas palabras serán minuciosamente analizadas por inversores y analistas en busca de señales sobre la futura dirección de la política monetaria estadounidense.