El índice de órdenes de compras manufacturero (PMI) de China registró un notable retroceso en abril, alcanzando 49,0 puntos, significativamente por debajo de las expectativas del mercado que anticipaban un valor de 49,8 puntos. Este dato contrasta marcadamente con el desempeño de marzo, cuando el indicador había alcanzado los 50,5 puntos, su nivel máximo en doce meses, y representa un retorno a territorio contractivo por debajo del umbral de los 50 puntos que separa la expansión de la contracción económica.
El sector de servicios mostró una tendencia similar, aunque manteniendo un nivel de actividad positivo. El PMI de servicios para abril se situó en 50,4 puntos, también por debajo de las expectativas de consenso (50,7 puntos) y mostrando una desaceleración respecto a los 50,8 puntos registrados en marzo. En conjunto, estos datos componen un PMI compuesto de 50,2 puntos para abril, marcando su nivel más bajo desde enero de este año y sugiriendo un crecimiento marginal de la actividad económica general.
La reacción de los mercados financieros chinos ante estos datos fue moderadamente negativa. El Shanghai Composite y el CSI 300 cerraron la jornada con bajas de 0,23% y 0,12% respectivamente, reflejando la preocupación de los inversores por la sostenibilidad de la recuperación económica china. Estos indicadores económicos más débiles de lo esperado están generando inquietud sobre la capacidad de la segunda economía mundial para mantener su impulso de crecimiento sin estímulos adicionales, en un contexto donde el gobierno busca equilibrar la estabilidad económica con el control de los riesgos financieros.