El PMI manufacturero de Estados Unidos se ubicó en 49 puntos en junio según el Instituto de Gestión de Suministros (ISM), registrando una leve mejora respecto a los 48,5 puntos de mayo, pero permaneciendo por debajo del umbral de 50 por cuarto mes consecutivo. Esta lectura denota contracción en el sector manufacturero, que representa el 10,2% del PIB estadounidense, aunque con una desaceleración en la caída.
El índice de entregas a proveedores bajó a 54,2 desde 56,1, indicando demoras persistentes en la cadena logística, especialmente en los puertos. Por su parte, el subíndice de importaciones mostró una leve recuperación al pasar de 39,9 a 47,4, aunque manteniéndose dentro de zona contractiva. Los nuevos pedidos retrocedieron a 46,4 desde 47,6, reflejando una demanda todavía débil en el sector.
El índice de precios pagados subió marginalmente a 69,7, sugiriendo que las presiones inflacionarias en costos persisten en el sector manufacturero. La mayor debilidad se observó en el componente de empleo, que descendió a 45 desde 46,8 en mayo, profundizando la contracción en la contratación del sector y evidenciando las dificultades del mercado laboral manufacturero estadounidense.