El indicador PCE (Personal Consumption Expenditures) de junio, medidor predilecto de la Reserva Federal para evaluar presiones inflacionarias, registró un avance mensual del 0,3% tanto en su medición general como núcleo. Esta cifra se alineó perfectamente con las anticipaciones de los analistas y confirma las tendencias previamente observadas en otros indicadores de precios.
La lectura representa una aceleración respecto al 0,2% observado en mayo, confirmando el repunte inflacionario ya sugerido por el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Este incremento refuerza la estrategia de la Fed de mantener un enfoque basado en datos para definir su política de tasas de interés en los próximos meses.
El comportamiento del PCE núcleo resulta particularmente relevante para la Fed, ya que excluye los componentes más volátiles como alimentos y energía, proporcionando una visión más clara de las tendencias inflacionarias subyacentes. La consistencia entre ambas mediciones fortalece la base de datos que utiliza la autoridad monetaria para sus decisiones de política monetaria.