OpenAI se asoció con Broadcom para producir sus primeros procesadores de inteligencia artificial internos, marcando un hito en la estrategia de la compañía creadora de ChatGPT para asegurar la potencia informática necesaria y satisfacer la creciente demanda de sus servicios. El anuncio causó un impacto inmediato en los mercados, con las acciones de Broadcom subiendo más del 7% en las primeras operaciones del lunes.
Según los términos del acuerdo revelado este lunes, OpenAI diseñará los chips mientras que Broadcom se encargará del desarrollo e implementación a partir de la segunda mitad de 2026. Las compañías planean lanzar chips personalizados por un valor de 10 gigavatios, cuya magnitud de consumo energético es aproximadamente equivalente a las necesidades de más de 8 millones de hogares estadounidenses, o cinco veces la electricidad producida por la histórica presa Hoover.
La alianza representa la última movida de OpenAI en su carrera por asegurar capacidad de procesamiento en un momento donde la demanda de servicios de inteligencia artificial continúa expandiéndose exponencialmente. La producción interna de semiconductores permitirá a la compañía reducir su dependencia de proveedores externos como Nvidia y optimizar el rendimiento de sus modelos de lenguaje para aplicaciones específicas, potencialmente mejorando la eficiencia operativa y reduciendo costos a largo plazo.
El proyecto subraya los enormes requerimientos energéticos de la infraestructura de inteligencia artificial moderna. El consumo proyectado de 10 gigavatios plantea interrogantes sobre la sostenibilidad ambiental de la industria y la necesidad de desarrollar fuentes de energía más eficientes. La magnitud de la inversión también refleja las expectativas de las compañías tecnológicas sobre el crecimiento futuro del sector de IA y su disposición a realizar compromisos financieros significativos para mantener su posición competitiva en un mercado en rápida evolución.

