El presidente Donald Trump aprobó un acuerdo que permite a Nvidia retomar los envíos de sus chips de inteligencia artificial H200 hacia China. Esta decisión representa un cambio significativo en la política de restricciones tecnológicas que había limitado las exportaciones de semiconductores avanzados al gigante asiático.
Las acciones de Nvidia reaccionaron positivamente al anuncio, registrando un incremento superior al 2% en las operaciones posteriores al cierre del mercado. La aprobación de este acuerdo señala una posible flexibilización en las tensiones tecnológicas entre Estados Unidos y China, aunque bajo condiciones específicas establecidas por la administración estadounidense.
Trump especificó que solo los «clientes autorizados» en China y otras regiones podrán adquirir los chips H200 de Nvidia. Además, estableció que el 25% del valor de esas ventas quedará para el gobierno estadounidense, creando un mecanismo de participación fiscal sobre estas transacciones comerciales. Esta estructura de acuerdo refleja un enfoque que busca equilibrar los intereses comerciales de las empresas tecnológicas estadounidenses con las consideraciones de seguridad nacional y la obtención de ingresos fiscales, en un contexto donde el control de la tecnología de semiconductores avanzados se ha convertido en un elemento central de las relaciones geopolíticas entre ambas potencias.

