Las vacantes de empleo en Estados Unidos descendieron a 7,18 millones en julio, marcando el nivel más bajo en 10 meses tras una reducción de 176.000 puestos. Esta cifra quedó por debajo del consenso de 7,38 millones, señalando una desaceleración más pronunciada de lo esperado en el mercado laboral estadounidense.
Por primera vez desde la pandemia de COVID-19, el número de personas desocupadas superó al de puestos disponibles, con una proporción de 0,99 vacantes por cada desempleado. Esta relación marca la primera vez por debajo de 1,0 desde abril de 2021, indicando un cambio significativo en la dinámica del empleo estadounidense.
El sector de salud y asistencia social lideró la desaceleración con una pérdida de 181.000 posiciones, después de haber sido el principal motor del empleo en meses anteriores. Los analistas atribuyen esta tendencia a la implementación de aranceles más amplios y al endurecimiento de las políticas migratorias, factores que han restringido la oferta laboral disponible.