La inflación estadounidense sorprendió positivamente al mercado con una caída mensual del -0,1% en marzo, por debajo del 0,1% estimado por el consenso. En términos interanuales, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en 2,4%, inferior al 2,5% proyectado y mostrando una desaceleración significativa respecto al 2,8% registrado en febrero.
El componente subyacente (core), que excluye los rubros más volátiles como alimentos y energía, también evidenció un comportamiento mejor al esperado, con un incremento mensual de solo 0,1% frente al 0,3% estimado. En términos anuales, la inflación core alcanzó 2,8%, por debajo del 3,0% proyectado por el mercado. Entre las categorías que presentaron caídas destacaron las tarifas aéreas, seguros de autos, autos usados y recreación, mientras que el dato general fue impulsado por una fuerte reducción del 6% en los precios de la gasolina durante el mes.
Particularmente alentador resultó el comportamiento del costo de la vivienda, que durante mucho tiempo fue el componente más persistente de la inflación. Este rubro subió apenas un 0,22% mensual y un 4% interanual, registrando el menor incremento desde el desplome inflacionario de 2021. Como consecuencia de estos datos, las expectativas de recorte de tasas por parte de la Reserva Federal se ajustaron, descontando ahora un recorte de 25 puntos básicos para junio y aproximadamente 100 puntos básicos para todo 2025. El bono del Tesoro a dos años extendió sus ganancias, ubicando su rendimiento por debajo del 3,9%, mientras que el tramo largo de la curva borró su reacción inicial ante la perspectiva de una importante licitación del bono a 30 años.