El Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal (PCE) de Estados Unidos correspondiente a agosto será dado a conocer en las próximas horas, con proyecciones que anticipan una desaceleración mensual al 0,2% desde el 0,3% registrado en el período anterior. La tasa anual del PCE se mantendría estable en el 2,6%, según las estimaciones del consenso de analistas. Estos datos representan una métrica clave para las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.
El PCE subyacente, que excluye alimentos y energía y es considerado por la Fed como un indicador más estable de las tendencias inflacionarias de largo plazo, subiría levemente al 2,9%. Esta medición resulta particularmente relevante para evaluar si la inflación estadounidense se mantiene en su trayectoria descendente hacia el objetivo del 2% establecido por la autoridad monetaria. Los mercados financieros seguirán de cerca estos datos para calibrar las expectativas sobre futuros movimientos en las tasas de interés.
Por otro lado, los indicadores de consumo muestran proyecciones de mayor dinamismo para agosto. Los gastos personales treparían al 0,5% mensual, mientras que los ingresos avanzarían al 0,4%, ambos desde el 0,3% previo. Este fortalecimiento en los fundamentales del consumo sugeriría una continuidad en la resistencia de la economía estadounidense, factor que podría influir en el timing y magnitud de los ajustes de política monetaria que implemente la Reserva Federal en los próximos meses.