El índice Merval cerró con una caída del 1,6% medido en dólares, finalizando en USD 1.972, en una jornada marcada por la presión sobre el sector financiero. Las principales bajas fueron lideradas por Edenor, BBVA y Banco Macro, con retrocesos que se acercaron al 4%, reflejando la volatilidad que atraviesa el mercado de acciones argentinas.
En el segmento de deuda soberana, la reciente colocación del Bonte 2030 logró incorporar USD 1.000 millones a las reservas internacionales mediante depósitos del Tesoro, aunque esta inyección de divisas no se tradujo en una mejora del desempeño de los bonos denominados en dólares. Los Bonares y Globales retrocedieron un 0,4%, con mayor presión concentrada en el tramo corto de la curva de rendimientos. A pesar del ingreso de divisas, el país aún debe cubrir aproximadamente USD 300 millones para hacer frente a los vencimientos de capital e intereses programados para julio.
El riesgo país se mantuvo sin cambios en 651 puntos básicos, mientras que los BOPREAL también registraron una caída del 0,3%. En el mercado de deuda en pesos, la jornada mostró un comportamiento mixto: los instrumentos dollar-linked avanzaron un 2,2% impulsados por la suba de los tipos de cambio, los títulos ajustados por CER subieron marginalmente un 0,1%, mientras que la curva a tasa fija retrocedió un 0,1% y los bonos duales fueron los más castigados con una baja del 0,2%. Este comportamiento diferencial refleja las preferencias de los inversores hacia activos con cobertura cambiaria en el contexto actual de volatilidad.