Generación Mediterránea (GEMSA) y Generación Litoral (GLSA) iniciaron un proceso de reestructuración de deuda sobre las Obligaciones Negociables de sus proyectos de generación eléctrica en Ezeiza, Maranzana y Arroyo Seco. Las compañías proponen extender vencimientos entre 18 y 36 meses, redireccionar flujos hasta marzo de 2026, eliminar ciertas causales de default y sumar garantías cruzadas.
La propuesta exige la aprobación unánime de cada clase de bonos, estableciendo que si una sola clase no lo aprueba, todo el esquema queda sin efecto. A cambio, se ofrece una compensación prorrateada en pesos a quienes adhieran dentro del plazo establecido. La operación no implica quitas ni reducciones sustanciales de tasas, pero sí transfiere parte del esfuerzo a los acreedores al inmovilizar flujos y extender plazos considerablemente.
Las empresas argumentan que no atraviesan una crisis de solvencia, sino un descalce temporal entre ingresos y vencimientos. La alta participación de inversores institucionales locales como el FGS podría facilitar el visto bueno de la mayoría de los bonistas. Esta reestructuración refleja los desafíos que enfrentan los proyectos de generación eléctrica en el contexto económico actual, donde los flujos de ingresos no siempre se alinean con los cronogramas de vencimientos establecidos originalmente.