Los futuros de las acciones estadounidenses iniciaron la semana con pronunciadas bajas: el S&P 500 cayó un 1,1%, el Nasdaq 100 retrocedió un 1,5% y el Dow Jones perdió 270 puntos. Esta reacción negativa se produce tras la decisión de Moody’s de rebajar la calificación crediticia de Estados Unidos, medida que ha conmocionado a los mercados financieros globales.
Al ya preocupante aumento del déficit fiscal y la deuda pública, se sumó la reciente aprobación legislativa de un ambicioso paquete de recortes impositivos propuesto por la administración Trump, que carece de fuentes de financiamiento claras. Esta combinación de factores ha intensificado la preocupación por la sostenibilidad fiscal del país norteamericano a largo plazo.
Las acciones tecnológicas líderes, conocidas por su sensibilidad a las condiciones macroeconómicas, se posicionaron a la baja en el premarket: Nvidia cayó un 3,1%, Amazon retrocedió un 2% y Apple bajó un 1,6%, entre otras. Esta tendencia refleja la creciente cautela de los inversores ante un posible deterioro del entorno económico y financiero.