El STOXX 50 europeo se desplomó un 6,80% y acumula una caída del 12,10% en tres días, alcanzando su nivel más bajo desde agosto, como consecuencia directa de la guerra comercial iniciada por Estados Unidos. Europa es una de las regiones más vulnerables ante esta situación, no solo por los aranceles impuestos sino también debido al bajo crecimiento económico que viene experimentando desde hace años.
Durante el fin de semana, los líderes europeos discutieron planes para imponer aranceles recíprocos a Estados Unidos, en una clara escalada del conflicto comercial. La capacidad de respuesta varía significativamente entre países europeos: mientras Alemania podría estimular su economía con mayor gasto público, otras naciones como Italia, con un ratio de deuda/PBI del 150%, enfrentan limitaciones mucho más severas para implementar medidas de estímulo.
En Asia emergente, economías como Vietnam e India están buscando activamente acuerdos que les permitan evitar los aranceles estadounidenses, dado que sus economías dependen en gran medida de la exportación al mercado americano. Esta búsqueda de excepciones refleja la preocupación generalizada sobre el impacto que la nueva política comercial de Estados Unidos tendrá en las cadenas de suministro globales y en el crecimiento económico de las economías emergentes, que ya enfrentan diversos desafíos estructurales.