La economía de Brasil mostró una desaceleración significativa en el segundo trimestre, aunque logró crecer por encima de lo previsto por el mercado. El PIB avanzó 0,4% en comparación trimestral, superando levemente el 0,3% esperado, aunque muy por debajo del 1,3% del primer trimestre. En términos interanuales, la expansión fue de 2,2%.
El sector servicios, que representa alrededor del 70% de la economía brasileña, creció 0,6% impulsado por la fortaleza del mercado laboral, mientras que la producción industrial avanzó 0,5% gracias al crecimiento de 5,4% en industrias extractivas. En contraste, el sector agrícola retrocedió 0,1%, mostrando un desempeño mixto en los diferentes sectores de la economía.
El consumo de los hogares aumentó 0,5% en el trimestre, mostrando una moderación frente al 1% anterior pese a las políticas del gobierno para sostener los ingresos. La inversión, medida por la formación bruta de capital fijo, se contrajo 2,2% como consecuencia de las elevadas tasas de interés, luego de haber sido un motor en el trimestre previo. Esta menor dinámica del crecimiento mejora las perspectivas inflacionarias y podría habilitar recortes de tasas hacia fin de año. El consenso proyecta que la economía brasileña crecerá en torno al 2,3% en 2025.