La economía china ha registrado un sólido desempeño durante el primer trimestre de 2025, con un crecimiento del PIB del 5,4% interanual, superando las expectativas del mercado y marcando su mayor expansión en los últimos 18 meses. Este notable repunte económico evidencia la efectividad de las medidas de estímulo fiscal y monetario implementadas por el gobierno de Pekín para contrarrestar los efectos de la desaceleración global.
El gobierno chino continúa enfocando sus esfuerzos en fortalecer el consumo interno como principal motor de crecimiento, especialmente en un contexto internacional complicado por las tensiones comerciales con Estados Unidos. Como parte de esta estrategia, las autoridades han anunciado la emisión de 300.000 millones adicionales de yuanes en bonos especiales a ultralargo plazo, destinados específicamente a financiar programas de apoyo al comercio de bienes de consumo.
A pesar del positivo dato de crecimiento, el Banco Popular de China ha optado por mantener su política monetaria sin cambios, conservando las tasas de referencia en sus niveles actuales por sexto mes consecutivo. Esta cautela refleja la intención de las autoridades de evaluar cuidadosamente el panorama económico global antes de implementar nuevos estímulos, equilibrando el objetivo de crecimiento con la necesidad de mantener la estabilidad financiera en un entorno internacional cada vez más volátil.