La jornada estará marcada por la publicación de datos económicos clave en Estados Unidos, comenzando por las cifras preliminares de precios del PBI del primer trimestre. El consenso del mercado espera una variación estable del 3,7%, mientras que el crecimiento anualizado del producto interno bruto se estima en -0,3%, lo que reflejaría una posible desaceleración de la actividad económica estadounidense.
Adicionalmente, se conocerá la lectura preliminar del índice de precios del gasto en consumo personal (PCE), con expectativas de mantenerse en un 3,6% interanual. Este indicador es particularmente relevante dado que constituye la medida de inflación preferida por la Reserva Federal para sus decisiones de política monetaria, y su evolución será clave para evaluar las perspectivas de futuros ajustes en las tasas de interés.
En el frente laboral, se anticipa la recepción de 230 mil solicitudes iniciales de subsidio por desempleo, apenas 3.000 más que la semana anterior, mientras que las renovaciones de beneficios se estiman en 1,9 millones. Estos datos proporcionarán una visión actualizada sobre la fortaleza del mercado laboral estadounidense y su potencial impacto en las decisiones de política económica, en un contexto donde los funcionarios de la Fed han expresado preocupación sobre los riesgos tanto para el empleo como para la estabilidad de precios.