Las negociaciones para un nuevo acuerdo con el FMI se encuentran en su fase final, con expectativas de que el anuncio oficial se realice entre el 14 y el 24 de abril. Este acuerdo resulta cada vez más crucial dado el empeoramiento del contexto global y podría coincidir con un rebote del índice S&P 500, lo que generaría condiciones favorables para un fuerte repunte del mercado accionario argentino. La directora del FMI, Kristalina Georgieva, mostró su apoyo público a Argentina el lunes pasado, argumentando que el país se había ganado contar con al menos un 40% del programa en desembolsos iniciales.
Sin embargo, han surgido algunas dudas en el propio directorio del FMI, órgano que en última instancia debe llevar el acuerdo a votación. Al ser este un organismo político conformado por representantes de los países miembros, el gobierno argentino deberá intensificar sus esfuerzos diplomáticos, una posición que podría resultar incómoda si los principales líderes mundiales asocian al presidente Javier Milei con Donald Trump. Por otra parte, el gobierno también ha recibido apoyo de otros organismos multilaterales de crédito, como el Grupo Banco Mundial y el BID, que podrían sumar desembolsos adicionales tras la firma del acuerdo con el Fondo.
De concretarse el acuerdo, se espera un impacto positivo en varios frentes económicos. Las reservas del Banco Central podrían recibir un impulso significativo, con expectativas de compras netas diarias de USD 80-120 millones post acuerdo. En el ámbito de la deuda corporativa, se anticipa una mejora en la calificación crediticia de empresas argentinas, con una posible suba a B- tras el acuerdo, lo que beneficiaría especialmente a emisores como VIST, YPF y PAE. Este escenario más favorable podría materializarse en un contexto donde las liquidaciones del agro mostraron cierta recuperación en marzo, alcanzando los USD 1.880 millones según informó CIARA, un 20% más que en 2024 aunque un 15% menos que en febrero.