Funcionarios de EE.UU. y China mantuvieron este lunes una extensa reunión en Estocolmo, con el objetivo de extender por 90 días la tregua comercial vigente. Las delegaciones lideradas por Scott Bessent y He Lifeng acordaron continuar con las conversaciones este martes, enfocándose en asegurar el flujo de minerales críticos y avanzar hacia un comercio más equilibrado.
El diálogo se produce luego de que EE.UU. y la Unión Europea acordaran imponer un arancel general del 15%, incrementando la presión sobre China. Al mismo tiempo, el Congreso estadounidense avanza con proyectos de sanción por cuestiones de derechos humanos y por la situación en Taiwán, mientras que la Casa Blanca evalúa pausar algunas restricciones tecnológicas como señal de distensión.
La prolongación de la tregua evitaría impactos inmediatos en cadenas globales de suministro, especialmente en sectores estratégicos como semiconductores, tierras raras y defensa. Sin embargo, persisten las tensiones geopolíticas que mantienen la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones comerciales entre las dos principales economías mundiales.