China y Brasil han reforzado su cooperación económica, con acuerdos clave en comercio e inversiones estratégicas. En un contexto de desaceleración del crecimiento global, ambas naciones buscan fortalecer sus lazos para consolidar sus economías y diversificar mercados.
El acuerdo más relevante involucra la reducción de la dependencia del dólar en transacciones bilaterales, utilizando el yuan y el real para fortalecer la autonomía financiera. Además, Brasil incrementará sus exportaciones de soja y minerales, mientras que China expandirá inversiones en infraestructura y energía renovable.
Este acercamiento económico genera expectativas en el comercio internacional y podría impactar los mercados financieros de la región. Analistas destacan que, aunque la medida busca estabilidad, también podría generar cambios en los flujos de inversión hacia América Latina.