Donald Trump firmó una orden ejecutiva que prolonga por 90 días la tregua arancelaria con China, evitando que los aranceles mutuos escalaran a +145% y +125%, lo que prácticamente habría detenido el comercio bilateral. La firma se realizó con pocas horas antes del vencimiento del pacto.
Esta prórroga despeja tensiones inmediatas mientras continúan las conversaciones bilaterales. Trump exige que China cuadruplique las compras de soja y advierte sobre posibles aranceles secundarios si no se detienen las importaciones de crudo ruso. Las autoridades mantienen un tono «optimista» respecto a lograr un acuerdo hacia el otoño boreal.
La extensión de la tregua comercial proporciona un respiro temporal a los mercados globales, que habían mostrado preocupación por la escalada de tensiones comerciales. El comercio bilateral entre ambas potencias representa una parte significativa del comercio mundial, y su interrupción habría tenido efectos cascada en las cadenas de suministro globales.