El Banco Central de Brasil decidió ayer mantener sin cambios la tasa Selic en el 10,75% por tercera reunión consecutiva, en línea con las expectativas del mercado. La decisión unánime del Comité de Política Monetaria (Copom) refleja la creciente preocupación de las autoridades monetarias sobre el panorama inflacionario en la mayor economía de América Latina, que continúa mostrando signos de persistencia por encima del objetivo.
En su comunicado, el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, expresó especial preocupación por el impacto inflacionario que podría generar la expansión del gasto público anunciada recientemente por el gobierno. «La actual trayectoria fiscal representa un riesgo significativo para el anclaje de las expectativas de inflación y, consecuentemente, para la efectividad de la política monetaria», señaló Campos Neto, en lo que analistas interpretan como una clara advertencia sobre los límites de la política expansiva del gobierno.
Los datos económicos recientes muestran un crecimiento del PIB brasileño del 2,3% interanual en el primer trimestre de 2025, impulsado principalmente por el sector servicios y el consumo interno. Sin embargo, el índice de precios al consumidor registró en abril un incremento mensual del 0,54%, llevando la inflación acumulada en 12 meses al 4,8%, cerca del límite superior del rango objetivo del Banco Central (3,75% ± 1,5%). Tras el anuncio de la decisión monetaria, el real brasileño (USDBRL) se depreció un 0,7% frente al dólar, cotizando en 5,32 reales por dólar, mientras que el índice Bovespa cerró con una caída del 0,9%, reflejando la preocupación de los inversores por el delicado equilibrio entre crecimiento e inflación que enfrenta la economía brasileña.