La deuda soberana argentina en dólares experimentó un rally histórico en la primera jornada posterior a las elecciones legislativas. Los Globales registraron subas de entre 11% y 20%, impulsando el precio promedio ponderado de US$60,4 a US$71,1, una de las valorizaciones más significativas en la historia reciente de estos instrumentos.
El tramo largo de la curva lideró el impulso alcista: el GD35 y el GD38 treparon 20,3% y 18,4% respectivamente, reflejando una renovada confianza en la capacidad de pago de Argentina en el mediano y largo plazo. Los rendimientos se comprimieron significativamente, ubicándose en un rango de 10,8% a 11,4% TNA, niveles que no se observaban desde hace varios meses. Esta reducción en las tasas implícitas refleja una menor percepción de riesgo por parte de los inversores internacionales.
Los bonos bajo ley argentina también se destacaron con avances de hasta 24,7%, un movimiento que redujo el diferencial de legislación a 173,2 puntos básicos desde los 340,3 puntos básicos previos. Esta compresión del spread entre bonos de distinta legislación indica una normalización en la percepción de riesgo legal. El comportamiento de la deuda soberana se interpreta como una validación del mercado al rumbo económico que surge del resultado electoral, con inversores anticipando una mayor previsibilidad y posibles mejoras en el perfil crediticio del país.

