Benjamín Souza, director de inversiones de BlackRock, señaló que Argentina representa un caso único en la región debido a su enfoque directo respecto a la situación fiscal. El país admitió carecer de recursos para sostener el gasto y ejecutó un ajuste drástico, generando según Souza un impacto inmediato en los mercados con subas cercanas al 100% a fines del año pasado.
El directivo de BlackRock identificó al riesgo político como el principal obstáculo para atraer capital a largo plazo. La estabilidad institucional y la capacidad de los inversores para retirar su capital libremente son condiciones fundamentales para consolidar la confianza en el mercado argentino.
Souza proyecta que la reapertura a la inversión será gradual y enfatiza que el verdadero desafío para Argentina consiste en combinar el ajuste fiscal con reglas claras para el libre flujo de capitales. Esta perspectiva desde una de las gestoras de activos más grandes del mundo refleja las expectativas del mercado internacional respecto al proceso de normalización económica del país.