El Banco Central de Brasil señaló que los efectos del agresivo ciclo de suba de tasas aún no se han reflejado plenamente en la economía brasileña. En las actas de su última reunión, donde elevó la tasa de referencia al 15%, se destacó la intención de mantener una «pausa prolongada» para evaluar el impacto acumulado de las medidas restrictivas implementadas.
El comunicado oficial fue claro en mantener abierta la posibilidad de nuevas subas de tasas si las expectativas de inflación, que continúan por encima de la meta en todos los plazos, no muestran mejoras significativas. Esta postura hawkish refleja la preocupación de la autoridad monetaria brasileña por anclar las expectativas inflacionarias en un contexto de presiones persistentes sobre los precios.
A pesar del endurecimiento monetario implementado, la economía brasileña continúa mostrando signos de fortaleza, con un mercado laboral robusto y niveles de inflación que se mantienen elevados. Esta situación presenta un desafío particular para la política monetaria, que debe balancear el control de precios con la preservación del dinamismo económico que caracteriza a la mayor economía de América Latina.